El jueves por la coche nos dimos un garbeo con Juanjo, hacía tres años que no salía, y esa noche, si por él hubiese sido no hubiese entrado.
El viernes aproveché con mis padres para ver dos de los tres últimos pabellones que me faltaban de la Expo, Alemania y España, a mi parecer no merecen la pena el hacer cola de más de dos horas para verlos, pero que se le va hacer, si la gente es así. Por la tarde ca
yó una buena tronada y la temperatura bajó en picado, con la incertidumbre de si suspendían el concierto de por la noche, opté por quedarme. Concierto de Gabriel Sopeña, acompañado por Jorge Reberendo, Gandúl, Cuti, y otros de aquí de Zaragoza, cantó canciones de Ferrobós, El Frente, y otras que había escrito para Mauricio Aznar. Quedó chachi. Despúes se subieron al escenario El Abuelo, La Bullonera y Carbonell, los tres terrores que les digio yo, acojonante, alucinante, y para flipar y recordar muchas, muchas cosas. Cantaron todas, si todas y la gente entregada. El "abuelo" se quemó
mogollón con los de huesqueta con la historia del futbol, estuvieron bien las puyas que metió. A Susana también le gustó el concierto, luego unas birritas y a dormir, que quedaba un buen fin de .
El sábado subir al Pirineo, eran las fiestas de Sandiniés y los colegas de A Cadiera Coixa tenían que hacer la Ronda del sábado en Sandinés, pues se había concertado con Paco Galligo, el dueño de Casa Pelentos tal acto. Así que de ocupa, al apartamento de mi primo a Escarrilla.
A medio día llegué a Sandiniés y Paco y Conchi alucinaron con la percha, me hicieron comer y me bajé a echar una cabezada, y a las seis, comenzó la ronda. Luis con el violín, Diego botella de anís, Eduardo clarinete, Ignacio acordión diatónico, David peludo guitarra recién comprada en un todo a cien, David bisbal guitarrico, y yo tambor y percusiones, también estaban unos colegas de Monzón que llevaron alguna percusión más. Alucinante, risas, juerga a tope, y nunca en el pueblo habían visto tanta gente en la ronda. De casa en casa, y vino y más vino, y a cual más cabrón, raspaban la gargantas, quemaban algunos. Vinos rancios que te hacían levitar cuando llegaban al estómago. Y comida mucha comida. Allí también estaba Luis el putero, Carmen su mujer y Marichel, la hermana.
Esa noche en el baile risas, bingo, algún pelotazo que otro, eso sí no se que tiene el agua de allí que hace resucitar hasta al más muerto (borracho), si no que se lo digan a Fani la camarera de Paco.
El domingo me levanté, almorcé y otra vez enta Sandiniés, esta vez tocaban Os Chotos d'Embún, también que deciros que la ronda de acojonar. Me tocaron el pasodoble del Tío Marcuello los cabrones de ellos en cuesta, pero se creían que no lo iba a bailar ¿u qué?
Después a comer a las cinco y media. Tortilla de migas, ensalada de patata con vinagreta y olivas del Bajo Aragón, solomillo con tomate y salsa de anchoas, postres, cafés, y muchos, muchos orujos, y canciones, así que a las ocho se terminó. Luego unas cervecicas y a Escarrilla.
Ayer otra vez a tierra plana.
Fin de semana, bueno, bueno de vin veritas.
Y esta semana a trabajar hasta el viernes, que me iré al pueblo y a cazar el domingo
Eso sí el jueves todo, todo va a salir de puta madre, y no hay que preocuparse. ¿vale? y un besazo.
Y gracias a todo el pueblo de Sandiniés por el fin de semana