Ayer domingo me fuí de excursión a la zona de Cariñena y a Gallocanta. Día precioso.De pr
imeras paramos en Agurón en donde Eugenio Arnau, el Nenico, ha montado un museo de instrumentos musicales, La Casa del Gaitero. Allí podéis encontrar todo tipo de instrumentos de música de cualquier lugar del mundo.
imeras paramos en Agurón en donde Eugenio Arnau, el Nenico, ha montado un museo de instrumentos musicales, La Casa del Gaitero. Allí podéis encontrar todo tipo de instrumentos de música de cualquier lugar del mundo. El museo es la antigua casa del cura, rehabilitada con muy buen gusto por él. Ha respetado todo tipo de materiales originales, y así mismo ha empleado mogollón de enseres reciclados. Tiene varias salas divididas según tipo de instrumentos, de viento, percusión, cuerda, etc, un patio con anfiteatro, en la falsa una sala de exposiciones y la bodega, en dos estancias, una con dos pipas de vino de más de 5000 litros y la otra montada al estilo de bodega para comer, así como pozo, y un pasadizo que se dice va a la Iglesia y a un antiguo convento de monjas. Que cucos estos curas. Cosa curiosa es la última sala, el negativo de un gato que debió morir allí, rodeado de cascabeles. El Nenico si que le ha puesto el cascabel.
Después nos fuimos a Gallocanta, hacía frío, y algo de lluvia, por lo que tras apuntarnos en el centro de interpretación a la excursión guiada d
e la tarde, nos dirigimos a una torreta de observación en los lagunazos, desde donde pudimos observar a las grullas y también multitud de patos. Parecían esos que salen en las casetas de tiro, si uno iba a la derecha todos detras, si se volvía, todos se volvían. Allí comimos, un bocata y ensalada.
e la tarde, nos dirigimos a una torreta de observación en los lagunazos, desde donde pudimos observar a las grullas y también multitud de patos. Parecían esos que salen en las casetas de tiro, si uno iba a la derecha todos detras, si se volvía, todos se volvían. Allí comimos, un bocata y ensalada.A la tarde con Carmina la educadora ambiental, estuvimos viendo grullas detrás de Bello, en Lascuerlas y en la Laguna de La Zaida. A las seis y media desde el centro de interpretación vimos la entrada de las grullas, y un montón que habían llegado ese día parece ser desde Extremadura.
Luego ya de regreso a Zaragoza, eso sí con varias tormentas en el camino. Imagináos que a la altura de Muel, casi tuve que parar el coche por que no se veía.
Día de campo, bien acompañado y a gusto. Que se puede pedir más?
A la pues Salú a todos y que ya es primavera.
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