domingo, 27 de abril de 2008

HACIA MUCHOS PERO QUE MUCHOS FINES DE




Esto empieza como muchos de los cuentos, hacia muchos pero que muchos fines de semana que, que no me lo había pasado tan de puta madre, bien, estupendo, no sé cuantos adjetivos ponerle más de lo bien que ha estado.

Y todo gracias a las personas que han estado alrededor, gracias a los Cadieros, si gracias, y también por acordaros de mí en vuestro segundo hijo, a las parientas de los Cadieros, a Paco Galligo y parienta, a la venezolana de Casa Pelentos, a Fran de A Cadiera de Jaca, a los Chotos dÉmbún, pues con el pasodoble de Albalate, empezó lo que terminó en una noche loca, y empujando.

Ha sido un fin de semana para enmarcar. Viernes en Sabi, con la presentación de Tal ferás, tal trobarás, el segundo hijo de los Cadieros, se lo han currao como nadie puede saber, ahora que lo estoy escuchando tranquilamente en casa, os habéis superao. Putero en su linea, y como siempre un buen amigo, no sé cuantas beiras cayeron, pero como dicen en mi pueblo, un frascal, osea de caja y media no bajaron. Los franceses de Laruns, pa meterte os pelos como chorizos, pues las chistorras son pequeñas. Todos, todos, para acojonar.


Ayer en Valle Tena, de todo, encima de La Sarra un alud que bajó del Musales, te enseña que somos una puta mierda, y que la naturaleza es la reina, nosotros intentaremos domarla, pero es como los gatos, de vez en cuando te da un zarpazo, y te enseña los dientes. Después a Sandiniés, a Pelentos, con Paco Galligo y familia, una comida, que te cagas, migas, tomate, olla tensina, carne, y postres, ah! también hubo cafés, calbados (el poder) y música, mucha música, ronda, risas, borrachera que te cagas, y el baño de abajo que ahora tioene diez centímetros más de largo pues Eduardo Buerba, lo empujaba con sus pies del 47 a la vez que llamaba a raúl, juan y no sé a cuantos más mientras metía la pequeña cabeza en la taza del bater. Hostia, Paco, hacía años que no bailabas, y menudos repletones te metieste, por cierto la venezolana, es guapa, este verano si aún está, en lugar de un trozo de hierbabuena le subieré al balcón una flor, sin ninguna acritud Eh!.



Después a Jaca a la Cadiera, donde Fran había preparado una lifara del copón, y allí aparecieron los Chotos, como no, juerga, borina y no sé cuantas cosas más, pues bailamos, comimos, bebimos y risas, muchas rias. Bailé el pasodoble de mi pueblo, el del tio Marcuello, y como la manica que cogí era chicorrona, pues después aún hice más manicas, sí que pasa, de puta madre.
Hoy a tierra plana, pero como he dicho antes hácía muchos, muchos fines de, que no me lo pasaba también y gracias a unos buenos, muy buenos amigos.

Esta semana le tendré que meter a ENGAME para sacar todo el alcohol, y chentas que me he metido entre pecho y espalda, pero que le vas ha hacer

Salú y me quedan 19 pa irme a Santiago.

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