Con las zagalas de Alicante, que contaros, son unos cielos, María José (morena) se marcó un baile, que creo que a día de hoy aún le están deslizando los pies, pues Oscar, el camarero del garito era un verdadero profesional, Marta, se fué de caza, Mari Sol, alucinaba, y con la otra Maria José aluciné yo. Hay que joderse te encuentras a gente güay siemple al final.
Después de la queimada, Goyo llevaba toda la noche llamádome, y contacté con él, y nos fuimos a un garito borroka, El Avante, un estilo al Entalto en sus mejores tiempos, o al Crápula, hicimos muchas risas, el era el abuelo, pero lo que os dije, la edad se lleva en el DNI, no en el corazón o la cabeza.
Al día siguiente, me levanté tarde, a parte por que estaba lloviendo a mares y ya estaba hasta los mismísimos del agua, me fuí a la catedral a la misa del peregrino. Que jodios son estos de la iglesia, si pagas te ponen el botafumeiro, si no nada, pues los italianos que pagaron, no debieron dejar mucha propina ya que eso no olía a nada y salia poco humo, si lo hubiesen dicho antes, hubiésemos ido cogiendo algo de hierba por ahí y se le hubiera dado un poco de color al asunto.
A la salida de la catedral, Goyo tenía que hacer una
promesa, y era darse el cabezazo por no sé que de la vista, casi hay un terremoto y tira la iglesia.
Después comida y Rogelio se fué a dar una vuelta y a ver internes, yo un cafezito en la Casa D'as Crechas, y a la siesta.
A las 8 como no pude contactar con Rogelio, me fuí con Andrés y Goyo a tomar las últimas con ellos, ya que el abuelo, tenía que irse ya. Gracias Goyo por los días que he pasado contigo, han sido de PUTA MADRE, no se pero creo que tus nietas te estarían esperando con ganas, al tener un abuelo tan "cabroncete" y aunque estés todo el día a hostias (no de pegar ¡eh!). La despedida emocionante, pero nos veremos pronto te lo aseguro.
Con Andrés aún tomamos otra juntos y cada muchuelo a sus quehaceres.
Quedé con las Alicantinas, que bien lo pasamos, risas y más risas, y nuevamente risas, pero el tiempo corria, y nos tuvimos que despedir. En el bar con Oscar oímos música suya del país, nos bailó un dance gallego y ya el final. El jueves me iré al pueblo y allí os haré lo que os prometí, vais a flipar en colores, ya me lo diréis.
Ayer nos levantamos pronto hicimos las alforjas, eso yo, Rogelio la caja de las medicinas que decía Goyo, y al autobus, allí me descojoné a montón.
Luego al avión con medio mosqueo, ya que tuvimos que desmontar la rueda de adelante, y eso no es lo que me habían dicho, y al aparato, uno pequeñito, pero en menos de dos horas en Zaragoza, allí me esperaban mis padres.
Al ir a hinchar las ruedas no pudimos y a Rogelio se le jorobó algo del manillar, así que bajamos en el coche.
Nada este ha sido el relato del CAMINO que he hecho, hay muchas cosas más pero esas son para mí y el que quiera saber que pregunte, que no les cobraré mucho, ahora tengo que recoger los frutos y recaudar las bieras y las chullas que me deben
SALÚ Y GRACIAS , el año que viene dios dirá