YA NO QUEDA MÁS TIERRA, FINAL DEL CAMINO DE LAS ESTRELLAS EN FINISTERRA

Ayer después de escribir nos dimos una vuelta por Santiago, vimos monumentos, iglesias, y algúna que otra taberna, cena y los yayos a dormir, que para eso son yayos y tienen que calentar la camita.

Yo me fuí a ver la noche santiaguera, no muy animada pero por lo menos cambiando de aires, y no a las 10 en la cama.

A la mañana un desayuno potente que nos ha preparado la casera y al autobús, de viaje a Finisterra, al fin del mundo, en donde ya no había más allá, solo agua, demonios y seres de otras calañas.

Tres horas nos ha costado en llegar, y son apenas 130 kilómetros, el viaje todo lloviendo, como no, este día no podía darnos un respiro, pero al llegar allí, se ha abierto el cielo y sin hacer un sol de carallo, si que ha escampado.

Hemos subido los 3'5 kilómetros del pueblo al faro, el lugar más occidental de la península, el FINISTERRAE, de la antiguedad, allí, yo llevaba, el par de calcetines que he usado la mayoría de los días del camino, los sufrimientos que han tebido, los kilómetros que han hecho, y los sudores que tenían, así como un papelote, que he quemado, le he dado puerta, como decir, quiero que se vaya de una vez, dejándome libre. Casi vienen los de protección ambiental por el humo y los olores que desprendían (es broma), a la vez ha sido un acto íntimo muy emotivo, he recordado a Rafel, y a mucha gente, y con la vista al horizonte he soñado en multicolor como dice Rogelio (y tú sueñas en color o en blanco y negro?) yo hoy ha sido en palcolor.

Nos hemos hecho unas foticos guapas de verdad y al pueblo.

Allí con tráfico de influencias nos han mandado al restaurante Don Percebe, Goyo y Andrés se han ido a otro, pero mi compañero y yo nos hemos quedado, y hemos pedido una mariscada, la que llevaba soñando desde el día que salí de la plaza del Pilar, esa que me va a dejar el dedo gordo del pié como la cabeza de la Forana o el Morico, un plato con 20 navajas, un plato de almejas a la marinera, un plato de más de 1/2 kg de percebes, 4 nécoras que casi hacían 1 kg, un centollo (era primo mío pero no lo he perdonado), 1 buey de mar, gambones y cigalas, eso es una mariscada, regado con buen albariño, cafés, orujos, y lo único que he echado en falta una cachimba.

De allí hemos tenido que salir corriendo pues si no perdíamos el autobús, lo que quiere decir que nos hemos pegado comiendo casi 3 horas. Aún me huelen los dedos a marisco.

En el autobús para entrar, los guiris empujando, se creían que iban a quedarse en tierra, y arriba, ya lo que me faltaba, diciéndome que me callara que querían dormir, pero que se ceren esta gente, de muy mala hostia, Goyo y yo les hemos contestado tanto en Euskera como en Aragonés que estamos en esta tierra que por lo menos es algo más que la suya, que aquí hacíamos los que nos petaba, y encima yo que estaba escuchando a la Ronda de Boltaña les he dicho que a la Ronda no la calla ni "dios". Se han mosqueado y dicho no sé qué pero por si acaso "tu padre cien veces".

Tres horas de autobus, yo somnoliento y medio capin hasta Santiago, otra vez agua.

Rogelio se ha quedado en casa, se ha metido al sobre, joder si le gusta la cama, yo aquí a dar la crónica del día, y me voy a ir a cenar con unas mozas de Alacant, que han terminado hoy y estuvimos antesdeayer en Arzúa.

Bueno hoy el día ha sido de 10, muy emotivo, llegando al fin, quemando cosas y recuerdos, y con el propósito de empezar un nuevo camino y una nueva etapa en la vida.

Mañana si que ya no escribiré pues lo único emocionante que puede haber es la misa del peregrino, donde nos nombrarán, a mi seguro que dicen que he llegado de Albalate, y será así, luego me iré a comprar cuatro chorradas, y a pegarle fuego a Santiago para despedirme de él hasta un otra begada.

SALÚ TA TOZ Y QUE OS BAIGA BUENO EN BINIEN.